Señor, tu que me diste el deber de dirigir,dame ahora la alegría para trabajar, seguridad para disponer y humildad para servir. Convierte en fortaleza mi debilidad, en madurez mi inexperiencia, en habilidad mi toroeza y en serenidad mi impaciencia. Quiero, con tu ayuda generosa, realizar la misión que me has encomendado.
Así sea.
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